¿Cómo optimizar las cargas de entrenamiento para llegar en el mejor momento de forma al objetivo?

Objetivos

Uno de los principales objetivos que siempre se ha buscado es optimizar las cargas de entrenamiento para llegar en el mejor momento de forma al objetivo que se haya propuesto y/o para del diseño de estrategias futuras para la mejor consecución de los mismos (continuidad y progresividad; siendo esta última, uno de los aspectos más difíciles de garantizar pues la respuesta del deportista no es siempre proporcional a la carga (MR). Por otro lado distinto y más allá, y en alguno de los casos lo que más pondera, ya no es tanto cuantificar estas cargas de trabajo, si no el efecto ocasionado de esas cargas en la persona.

 

Métodos para intentar optimizar las cargas de entrenamiento 

Pues para optimizar algo, antes se debe calcular. Para ello tradicionalmente se han utilizado diferentes métodos como horas de entrenamiento, percepciones subjetivas del esfuerzo realizado, número de horas de entrenamiento, frecuencias cardiacas, velocidades, lactato… Métodos que en tanto en cuanto la tecnología ha ido evolucionando, más complejos, más precisos y refinados se están volviendo estos cálculos para mostrar las cargas. Parámetros de carga calculados que tienden a tener una sensibilidad suficiente como para indicarnos la aparición de una fatiga que pueda mostrarnos alteraciones en el rendimiento de próximas sesiones de entrenamiento o en la propia competición.

Para llegar a conseguir estos parámetros de carga tan sensibles, actualmente ya no es suficiente con un cronómetro o ir anotando en un “cuaderno” (hablamos de cuaderno de manera metafórica…) ciertos volúmenes de actividad realizada, ya que para formar el constructo de la función necesaria, se necesita la recogida objetiva de ciertas variables que se relacionan con coeficientes previamente calculados. Y todo ello seguido y tratando de respirar un poco…

Y ya no nos metemos en diferenciar carga interna de carga externa, que es algo que se recoge en otras publicaciones de este blog.

Y habiendo cogido aire… Lo que se quiere decir es que en esta era de la tecnología en el que hay equipos multidisciplinares que trabajan con diferente información y que aportan datos, en el que se trabaja con diferentes dispositivos que ofrecen información objetiva en tiempo y forma, en el que hay otros datos subjetivos y necesarios que son aportados por el propio deportista,… Entra en un nivel superior herramientas que traten de recoger todo y que con ello calculen esos parámetros de carga para una vez construidos tratar de optimizarlos para el buen devenir de los resultados. 

No aprovechar esta ola tecnológica que ya no es futuro si no presente, tanto para el deporte como para el control de la salud, sería no evolucionar y perder una oportunidad real que tenemos a nuestro alcance.

 

Conclusión

Por tanto, el objetivo del principio de esta publicación ya cambia un poco/bastante…, podríamos decir que sería el de potenciar la información recogida de los Actores y de los dispositivos a nuestro alcance de una manera eficiente y operativa, para optimizar su aplicación al trabajo más adecuado y posible para la persona. La posibilidad de relacionar la mejora con un valor numérico, que ayude a predecir cuál es el nivel de fatiga, su capacidad de respuesta futura y su previsible rendimiento de cara a plantear objetivos deportivos asumibles y cargas de trabajo que permitan la mejora o evolución de la persona. Cómo no, para ello necesitamos herramientas tecnológicas que nos ayuden a calcularlas y a optimizarlas, viendo su evolución en el tiempo.

 

Archivo