Nunca es tarde para dar lo mejor de ti. ¡Introduce el ejercicio físico en tu rutina diaria!

El estilo de vida actual, caracterizado por largas jornadas de trabajo sedentario y una dieta cada vez más rica en productos procesados han convertido a factores de riesgo cardiovascular tales como la diabetes mellitus tipo 2, la obesidad o la hipercolesterolemia en un problema social.

Con mucha frecuencia, las personas que han sido siempre sedentarias o han abandonado el deporte durante unos años tienen cierto recelo o miedo a volver a practicar una actividad física exigente limitándose a realizar ejercicio aeróbico de baja intensidad.

La superioridad del ejercicio de moderada y alta intensidad sobre el de baja intensidad se ha demostrado no sólo en lo que a rendimiento deportivo se refiere(1), sino también en la mejoría de los factores de riesgo cardiovascular(2). Por otra parte, no podemos olvidar el entrenamiento de fuerza, que ha sido tradicionalmente olvidado por el sujeto poco activo; el cual ha demostrado ser esencial para evitar lesiones traumatológicas derivadas de la práctica deportiva(3), mejorar el rendimiento deportivo(1)(4) y ralentizar el deterioro funcional asociado a la edad(5).

Por todo ello, no debemos conformarnos con realizar actividad física de baja intensidad ocasional, sino que debemos aspirar a incluir en nuestra rutina diaria el entrenamiento de resistencia y paulatinamente aumentar la intensidad de nuestra actividad física.

Para que esta progresión pueda tener lugar, se torna esencial una correcta modulación de las cargas de entrenamiento (6).

Dra. María Sanz de la Garza

  1. Aspenes S, Kjendlie P-L, Hoff J, Helgerud J. Combined strength and endurance training in competitive swimmers. J Sports Sci Med [Internet]. 2009;8(3):357–65.
  2. Weston KS, Wisløff U, Coombes JS. High-intensity interval training in patients with lifestyle- induced cardiometabolic disease: A systematic review and meta analysis. Br J Sports Med. 2014;48(16):1227–34.
  3. Arnason A, Andersen TE, Holme I, Engebretsen L, Bahr R. Prevention of hamstring strains in elite soccer: An intervention study. Scand J Med Sci Sport. 2008;18(1):40–8.
  4. Bouaziz W, Lang PO, Schmitt E, Kaltenbach G, Geny B, Vogel T. Health benefits of multicomponent training programmes in seniors: a systematic review. Int J Clin Pract. 2016;70(7):520–36.
  5. Mayer F, Scharhag-Rosenberger F, Carlsohn A, Cassel M, Müller S, Scharhag J. The intensity and effects of strength training in the elderly. Dtsch Ärzteblatt Int [Internet]. 2011;108(21):359–64. Available from: http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/21691559%5Cnhttp:/ www.pubmedcentral.nih.gov/articlerender.fcgiartid=PMC1117172
  6. Gabbett TJ. The training-injury prevention paradox: Should athletes be training smarter and harder? Br J Sports Med. 2016;50(5):273–80.

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