El trabajo de fuerza es fundamental para el rendimiento deportivo y para la mejora de la salud. Incluir rutinas de fuerza debe ser imprescindible en cualquier disciplina deportiva o programa de mejora física.
“La fuerza es la capacidad de generar tensión frente a una resistencia, ya sea estática o en movimiento. Esta nos permite vencer una resistencia u oponernos a ella mediante contracciones musculares.”
De esta definición se extrae su importancia… Todo movimiento precisa de esta capacidad, siendo considerada por muchos autores, como por ejemplo el Dr. Julio Tous, “la única cualidad física básica, sólo a través de la cual pueden expresarse las demás.” Así pues, la flexibilidad y coordinación son capacidades facilitadoras, mientras que la fuerza ayuda a mantener los niveles de resistencia e influye directamente en la velocidad, lo que la hace la capacidad física fundamental.
Algunos puntos positivos del trabajo de fuerza:
- Mejora la técnica: Muchas veces la incorrecta ejecución de la técnica proviene de bajos niveles de desarrollo de la fuerza. Si falla la fuerza, puede hacerlo la postura y consecuentemente la técnica por la compensación y equilibrio muscular.
- Mejora la potencia o relación entre fuerza aplicada y tiempo y como consecuencia una velocidad más alta de desplazamiento por la activación muscular y reclutamiento de fibras.
- Mejora el rendimiento del deporte de resistencia: Si aumentamos la fuerza máxima necesitaremos un porcentaje de fuerza menor para el mismo resultado.
- Previene lesiones: Estas pueden venir por un desequilibrio muscular o falta de entrenamiento del proceso de contracción-relajación, y trabajarla hace que músculos, tendones y ligamentos tengan menos riesgo de dañarse, pudiendo resistir trabajos con mayor intensidad.
- Mejora la recuperación: Al ser más eficiente gastamos menos energía y necesitamos menos para recuperarnos.
- Mejora el sistema cardiovascular mediante ejercicios de alta intensidad aumentando nuestro estado de forma.
- Mejora la densidad ósea, disminuyendo así el posible riesgo de osteoporosis o fracturas y protegiendo a la vez nuestras articulaciones.
Así pues, y ya que parece obvio que la única capacidad física básica es la de generar movimiento a partir de la tensión muscular, destacamos la importancia del trabajo de fuerza, tanto a nivel deportivo como en la búsqueda de niveles de vida saludable.