Indicadores de carga Interna en el entrenamiento

Denominamos “carga interna”, al efecto que causa en el organismo un determinado esfuerzo a partir de la tarea que se ha asignado al deportista (por entrenador o preparador físico). Por lo tanto, expresa las modificaciones de los sistemas funcionales del organismo del deportista cuando realiza un trabajo.

Provoca modificaciones en la mayoría de las capacidades (psicológicas, bioquímicas, estructurales, etc.) Con aumento de la FC, de la utilización de oxígeno, de la producción de lactato y su concentración en sangre, etc.

Variables internas de control de entrenamientos

Es por tanto un gran reto para el entrenador, llegar al conocimiento de los efectos que causa en el ser humano el entrenamiento. Pautar entrenamiento, mediante variable internas, principalmente cuatro, parece un método adecuado para el control del mismo.

Estas cuatro variables son las siguientes:

  1. FC (frecuencia cardiaca)
  2. Consumo máximo de oxigeno (VO2 máx.)
  3. concentración de lactato en sangre (CLS)
  4. Percepción subjetiva del esfuerzo (PSE)

Estas cuatro formas de cuantificar la carga servirán tanto para valoración de test de laboratorio y campo, como para valoraciones in situ del entrenamiento.

Por lo general, si un mismo esfuerzo es controlado con varias de estas herramientas de forma simultánea, permitirá disponer de una información sobre el esfuerzo en concreto que se está valorando. Solo basta revisar la numerosa bibliografía y trabajos realizados al respecto.

Métodos de interpretación de los datos de la frecuencia cardiaca

Debemos también hacer referencia a los métodos de interpretación de los datos de la frecuencia cardiaca (FC). Para determinarla es indispensable disponer de pulsómetro con un registro por cada 5 segundos (12 bips x min).

Para el control y cuantificación de la carga de entrenamiento, la FC es interpretada de diferentes formas, usando los valores medios de términos absolutos o relativos o también usando diferentes índices (TRIMP, EDWARD, WER).

Uno de los más usados ha sido el índice de TRIMP, resultado de la multiplicación de la FC con el tiempo de trabajo. Es usado para cuantificar la carga en actividades intermitentes.

Se han realizado diferentes estudios con este índice que demuestran ventajas y desventajas de utilizarlo.

Muchos autores, aseguran que el índice de TRIMP es un índice global de la carga de entrenamiento (integra volumen e intensidad), y es un buen sistema para cuantificar la carga de la actividad intermitente por medio de la FC (se tienen en cuenta los tiempos de esfuerzo, como los tiempos de recuperación en disciplinas colectivas).

También se ha utilizado el método de sumatorio de zonas de entrenamiento de EDWARDS (1993). Este es un modelo utilizado en deportes de resistencia.

El método de EDWARS distribuye el esfuerzo de la FC en 5 zonas diferentes, donde cada una de las zonas tiene un valor establecido:

Zona 1 = 50 – 60 % de FC máx.
Zona 2= 60-70 % de FC máx.
Zona 3= 70 – 80 % de FC máx.
Zona 4= 80 – 90 % de FC máx.
Zona 5= 90 – 100 % de FC máx.

Otro método es el WER (Work Endurance Recovery), que se basa en el tiempo de recuperación en la actividad intermitente. Se muestra como buena herramienta para valorar las actividades intermitentes de alta intensidad. Guarda una correlación positiva con el índice TRIM, como con la distribución de FC en zona de EDWARS y con la PSE, por lo tanto, es un buen indicador para valorar ejercicios intermitentes.

Otros autores usan la FC estableciendo una relación de equivalencia con la concentración de lactato en sangre o CLS.

Para ello se calculan sus umbrales y anaeróbicos (2 y 4 mmol/L). Lucia et al. (2003) y Seiler y at (2006) marcan tres zonas de trabajo:

1) Por debajo del umbral aeróbico.
2) En la zona aeróbica – anaeróbica.
3) Por encima del umbral anaeróbico.

Posteriormente se suman los valores obtenidos, cuantificando así la carga interna de entrenamiento.

Cuantificación de la carga interna de entrenamiento con FC y su aplicación conjunta con el VO2 máx., PSE y CLS.

Garcia et al. (2007) en un estudio de la FC en futbolistas profesionales, tuvieron en cuenta la FC de reserva y la FC máxima.

Foster et al (1995) correlacionaron el porcentaje de FC de reserva con la PSE en una sesión de entrenamiento.

Malloe y Navarro (2008) determinan como franja idónea para el trabajo de resistencia en el futbol, éste ha de estar por encima del 85% FC máx.

Di Michele et al (2009) ha mostrado la importancia de la realización de test físicos para el control de los deportistas, pero apuntan la necesidad de realizarlos en el medio donde se compita.

El entrenamiento específico teniendo en cuenta las condiciones individuales de los jugadores de fútbol y los puestos específicos que ocupan en fútbol, será importante tenerlos en cuenta para la confección de los entrenamientos.

Hill et al (2009) realizaron estudios en fútbol usando una distribución de los ejercicios con las siguientes franjas <75% FC máx., 75-84 % FC máx., 85-89% FC máx. y >90% FC máx., usando protocolos de actividad continua y actividad intermitente, no viendo diferencias significativas entre un tipo de actividad, siendo los dos métodos muy útiles para la mejora de la VO2 máx.

La frecuencia cardiaca (FC) es una de las formas más comunes para cuantificar la carga interna de los deportistas en deportes de equipo. El uso de diferentes métodos de cuantificación ayudará a dar una valoración objetiva de lo que ocurre en cada actividad.

Cuantificación de la carga interna de entrenamiento según la VO2 máx.

La cuantificación de la carga interna de entrenamiento según la VO2 máx. puede hacerse cuantificando la carga en un test de laboratorio con un analizador de gases y asociándole una FC determinada a los umbrales tanto aeróbico como anaeróbico.

También se puede realizar un test de campo o usar analizadores de gases portátiles.

Otra opción es calcular el VO2 máx. por estimación. Se puede estimar el VO2 máx. en un test de potencia aeróbica máxima en campo y posteriormente estimar el % VO2 máx. en un ejercicio concreto basándonos en la FC.

El uso de la CLS en pruebas de esfuerzo y su posterior asociación a la FC, podrá ser una forma objetiva de conocer posteriormente en el campo de juego la zona de esfuerzo donde trabajan los jugadores.

Métodos subjetivos (PSE) para valorar la carga interna

Considerando la FC, el VO2 máx. y la CLS métodos objetivos de control de la carga interna que soporta el deportista, también hay estudios que han usado métodos subjetivos (PSE) para valorar la carga interna, siendo el más utilizado la escala de BORG con sus diferentes variantes:

– BORG (1982) que oscila de 1 a 10 puntos
– BORG (1962) que oscila de 6 a 20 puntos

Ambas son igual de válidas. Se han observado correlaciones fuertes entre PSE y las otras formas de cuantificación de la carga interna, lo que le da fiabilidad a esta herramienta subjetiva como medio para la cuantificación del entrenamiento, aunque debemos resaltar que no es al 100% precisa. Es de fácil uso y su bajo coste hace posible que sea una herramienta útil.

Garcin et al (2003) utilizan una variante de la escala de BORG, una escala subjetiva del esfuerzo en relación con el tiempo que pueden mantener una actividad concreta a una intensidad determinada.

Borresen y Lambert (2008) muestran correlaciones altas de la PSE con el índice TRIMP, con el método sumatorio de EDWARDS, y además valoraron la relación existente entre las zonas delimitadas por el lactato y la PSE.

Dr. José Antonio Rodas Pereira, Médico especialista en Deporte

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