Los entrenadores de antes
Quién no ha visto esas fotos en blanco y negro en los libros de texto o internet o en alguna publicación, ésas de los años 50 ó 60 en el que un atleta iba corriendo en una pista de atletismo, de la época, y su entrenador muy cerca del él en bicicleta con el cronómetro en mano; o ésa en la que un entrenador intenta medir el paso de su atleta en diferentes distancias a través de un conglomerado de hilos que detonan ciertas “cámaras” para recuperar ciertos parámetros; o ésa en la que un entrenador le enfunda a su deportista un “traje” con diferentes “cachivaches” para hacer una prueba de gases para medir sus capacidades; o esa imagen de esa película en la que el deportista corre por delante de un coche en el que el entrenador/amigo le va cantando la velocidad a la que va en una carretera/camino de piedras… Y así, podríamos poner muchos ejemplos que nos vienen a la cabeza de lecturas/conversaciones/películas que hemos ido viendo o escuchando hasta llegar al momento actual y a ese futuro próximo que ya es un presente.
La importancia de medirlo todo
Pues es esa la idea, ¿verdad?. Tratar de medir todo aquello que estamos poniendo en práctica para ver si esos estímulos que estamos intentando detonar causan su efecto en el desarrollo de una persona. Y esto es una necesidad que siempre ha estado ahí y que se hacía más difícil hace unos años y que ya está al alcance de todos.
Necesidad que cada vez se está haciendo más operativa y práctica, y que cada vez hay más complejidad en tanto en cuanto se están desarrollando las tecnologías que abarcan o satisfacen esa NECESIDAD de medir la evolución o el análisis del rendimiento deportivo.
Y ¿cuándo va a parar esta evolución o revolución? Pues no se ve que vaya a parar nunca, porque cada vez se pide más o se necesita más. Más allá, la respuesta sería: esta evolución parará cuando la inquietud de los profesionales pare, ya que esta inquietud será el combustible para que la tecnología actual se desarrolle y sea más fácil ponerla en práctica y al alcance de esta sociedad.
Existe una frase que dice “los datos es el nuevo petróleo, hay que buscarla, encontrarla, refinarla y explotarla” y eso es lo que se hace en SPODHA. Y hay otra frase “todo lo que no se puede medir no se puede gestionar, ni evolucionar…” Y ese eso lo que tratan de hacer los Entrenadores o Profesionales de la Salud o cualquier otro tipo de Profesional en menor o mayor medida.
Cómo podemos gestionar los datos que obtenemos
Pero para medir el rendimiento deportivo necesitamos datos y que esos datos tengan una relación lógica y evidente de consecución de objetivos, es decir que tengan una estructura de gestión y ejecutiva/operativa. Y aquí llegamos a las fuentes de los datos y a la estructura profesional, que es lo que realmente se ha evolucionado en estos años y que se puede resumir en especialización. Ya no vale con un cronómetro o tener sólo a un Entrenador. Existen diferentes dispositivos que se tienen que centralizar y diferentes profesionales que no pueden estar por separado. Por lo que el dato y la información es clave en este mundo de la tecnología, en la búsqueda de patrones que nos indiquen evoluciones.
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